2 may 2008

"El problema es de ellos"


El Pelado se cargó a Boca y a River en cuatro días, y les dejó los bolonquis clásicos. Y marcó distancia en la ambición copera: "Nosotros nunca especulamos".

La nave, como se conoce al estacionamiento cubierto del Nuevo Gasómetro, era la Plaza de Mayo en un día peronista, plagada de enseñas azulgranas que desbordaron (por negligencia intencionada o no) a los chaquetas verdinegras de seguridad. También de camaritas digitales, un chupetín para la Triple Frontera. Cada jopo, uniforme, detalle cuervo que se asomaba del vestuario, merecía ovación, respeto, al menos expectativa. Hasta que sale él, Mick Jagger, Luis Miguel y John Kennedy en un mismo cuerpo. Y si el cemento es una caja de resonancia, los parlantes estallaron. Cara de distraído, sonrisita inocente, valijita con rueditas a cuestas, como buscando algo en el horizonte atestado. "Dale Sanloré, queremos la Cooopa", atronaba en continuado y Ramón Díaz elevaba la mano como si habitara el balcón de la Rosada. El hit se confundía en las voces de los que lo querían saludar, tocar. Y se arrebataba el tema que fue top de los charts en el 2007, el que acompañó la ilusión bautismal de su ciclo el "que de la mano, de Ramón Díaz". El riojano levantó una, dos, tres veces el pulgar, hizo como que buscaba y pedía que le arrimaran el auto. Le respondía a cada micrófono que se le acercaba, aunque ya había hablado en conferencia de prensa. Estaba felizmente atascado en la felicidad. El Pelado fue el gran ganador de la semana, de domingo a miércoles, se fumó a Boca por el torneo, y a River en el match de ida copero. Sí, a los dos rivales del clásico dominical. Sí, por primera vez en su carrera, a su hogar. Por eso, el coach del Ciclón se puede dar el gusto de ojear el súper, en el vestuario de La Plata, sin más presiones de las que le proponga Gimnasia.

Será por eso, entonces, que consultado por las tensiones que le derivó a Simeone de cara al derby, solicitado el pálpito natural por su cuna en el mundo River, optó por el pase. "A nosotros nos interesaba ganar, miramos a San Lorenzo, es problema de ellos, de los demás. Estamos muy metidos en el trabajo que estamos haciendo. Sabemos lo que significa ese partido, a nosotros nos tocó antes jugar con Boca, con Vélez, partidos intensos, duros", vaticinó el desarrollo, con el pasado reciente como herramienta. Sin embargo, y con su habilidad para declarar como estandarte, se despegó todavía más en el análisis de la postura de los equipos. Porque, casi sin mencionar cómo vio al adversario ("pensamos que River iba a buscarlo con igual intensidad", tiró sobre el parado de los de Núñez en la segunda etapa), refrendó varias veces la ambición de su Ciclón hasta conseguir la victoria. Como marcando el territorio. Y la diferencia de ímpetu. "A uno lo pone bien el entusiasmo y esfuerzo de estos jugadores. Siento orgullo por ellos. San Lorenzo es querer, nunca retrocedió, y eso que el rival tiene una base de jerarquía, eh. Pero buscamos el resultado. Yo les digo siempre, si vos querés, se puede. Y me parece que los jugadores entendieron el mensaje a la perfección. El equipo está mentalizado, bárbaro, tiene una entrega... Mejor no se puede estar", describió el paraíso. E insistió: "Nosotros no especulamos, tuvimos muchísimas situaciones. Y, salvo un error nuestro (el de Aguirre), no nos llegaron".

Pero, pícaro, dejó el caballo en la tranquera a la hora de hablar del duelo decisivo del jueves. "Siempre hay cositas por mejorar. Fue un triunfo justo, un premio a querer, pero no se cerró la fase. Ojalá todos los equipos argentinos puedan avanzar... Y nosotros también, je", fue la última frase que dejó. Pequeño detalle, la serie que protagoniza dejará un herido de muerte argentino. Y si pasa su San Lorenzo... El je ya se perdía en la multitud. Un clásico, Ramón está súper. Y le encanta...