25 sept 2008

Vuelve Abreu luego de tres meses

Después de 94 días, un paso fugaz por el Beitar Jerusalem, una vuelta imprevista y tres prácticas junto a sus nuevos-viejos compañeros, Sebastián Abreu se va a poner otra vez la camiseta número 13 de River por decisión de Diego Simeone, un ferviente defensor de esta Loca causa. Lesionado Falcao, sin goles la apuesta por el paraguayo Salcedo, ahí está el larguirucho uruguayo. Preparado, listo, ya...

--¿Estás ansioso? ¿Te morís de ganas de jugar?

--Estoy con ganas y contento, no ansioso. Contento por esta oportunidad de retomar algo que tenía en mente porque todo sirve de experiencia. Volví antes de Israel, pero no quería quedarme con el "qué hubiera pasaso si...". Fui y acá estoy. Con la ilusión de retomar el nivel general.

Pelo planchado, pantalón largo arremangado, valijita personal, sonrisa a flor de boca al pisar tierra querida, esa Montevideo que lo vio jugar oficialmente por última vez hace dos semanas: fueron 20 minutos, en el Uruguay-Ecuador.

--Ya hablaste con el grupo. ¿Creés que tu llegada servirá para fortalecer?

--Siempre se habla. En momentos buenos y malos. Cuando sale a la luz una reunión es en la adversidad, pero siempre existen. Se hace mea culpa, autocrítica. Este grupo siempre se manejó así y no se perdió en pocos meses.

Referente adentro de la cancha como pivote ofensivo (bastante protestón si la pelota no le llega bien en su anterior etapa) y defensivo. Y fundamental afuera, para volver a unir a un grupo que empezó a tener antiguos quiebres entre grandes y chicos. Para eso también lo quiere y necesita Simeone.

--¿Cuál es tu secreto en el vestuario?

--Es medio complicado que lo diga yo. Me manejo naturalmente. Pero es mejor tener una opinión del que lo percibe o lo recibe.

Todos los compañeros valoran su ascendencia a partir de esas largas charlas post entrenamiento o en las concentraciones.

--¿Y quién te marcó en tu carrera? ¿A quién miraste como ejemplo?

--Gracias a Dios compartí vestuarios y mamé experiencias del Polilla Da Silva, Rubén Sosa, Gutiérrez, Francescoli, Ruggeri, Gorosito, Silas... Fueron mis espejos. Nunca llegaré a sus niveles, pero absorbí todo como esponja para manejarme de manera correcta. No sólo por la alegría en cualquier momento, sino también para temas serios en lo grupal e individual.

Ayer respiró aliviado cuando llegó el transfer y contó sensaciones sobre su nuevo estreno en una charla con radio Mitre.

--¿Qué significa para vos la Sudamericana?

--Es una oportunidad en una competencia que siempre se le hizo esquiva a River. Queremos esta Copa en las vitrinas del club, a eso apuntamos. Primero, a esta eliminatoria, y a intentar mejorar el juego para así tener más chances.

El regreso es sólo para esta competencia. River le pagará 100.000 dólares si finalmente la Sudamericana ingresa a las vitrinas. Y Abreu, el jugador que el Cholo más bancó en River, vuelve al ruedo.